Instructor o Sensei, falsa antinomia



Una vez, hace algunos años, un practicante de karate, me pregunto ¿porque a los que enseñaban karate había quienes se referían a ellos como instructores? y ¿porque refiriéndose a la misma persona la llamaban sensei?. (Literalmente, sensei significa "el que ha nacido antes"). Quizás no había reparado mucho en esto, pero el alumno si y merecía una respuesta. Trate de elaborar algo rápidamente, era más pensar en voz alta, lo fui construyendo mientras trataba de satisfacer su curiosidad. No podré ser exacto con la versión pues pasaron muchos años, pero si daré la idea de lo que intente responder en ese entonces.

Creo que básicamente todos aquellos que tenemos años en la práctica de karate-do y una graduación adecuada, podemos ser y somos instructores de karate, instruimos, enseñamos sobre las técnicas de karate. Esta situación no tiene otras connotaciones más que la transmisión de lo que a uno le enseñaron, luego, lo que uno aprendió. Me parece que la palabra instructor sería la más adecuada dado que podría encuadrarse mejor en lo marcial.

El asumir el papel de sensei, es otra situación que trasciende la mera enseñanza de las técnicas, es el ingreso a otros aspectos del alumno, es ingresar en el aspecto espiritual y de conducta, tanto dentro como fuera del dojo, para que esto se produzca dependerá de muchos factores. Es más se puede ser sensei en tu dojo e instructor en el dojo de otro. El ser sensei depende también de la experiencia, errores, aciertos, encantos y desencantos que van formando a una persona y dejan enseñanzas, en síntesis la experiencia de vida en el tiempo y el tiempo de vida.
Creo que el instructor de karate se convierte en sensei de acuerdo con la necesidad del alumno, siempre y cuando el alumno formule algún pedido de ayuda para salvar alguna encrucijada, solicite algún consejo y guía. Creo que de lo contrario nadie va a adivinar el mundo interior del otro si no manifiesta la necesidad de ayuda, consejos o aclarar alguna duda existencial; más si, al alumno, solo le interesare el aprendizaje de las técnicas o lo competitivo, solo necesitará y encontrará un instructor, si por el contrario busca un camino de vida, consejos, si es humilde para aceptar los errores y la forma de corregirlos, si es sincero en su deseo y pide que le expliquen o guíen en lo espiritual o filosófico del karate –do y lo que este puede modificar y mejorar su vida , entonces estará ayudando a que su instructor se convierta en su sensei.

Esto por supuesto, no constituye y no es una verdad revelada ni un axioma, simplemente es un punto de vista, tema abierto a la discusión.

Roberto Píccolo Basalo